#25💡😌 Aprender a llorar para emprender con éxito
Autonomía ≠ Autosuficiencia heorica en la Psicoletter del Emprendimiento #25
¡Hellouu! Soy Sara Enrique, psicóloga, investigadora y docente, y cada quince días te escribo una nueva edición de la Psicoletter: la newsletter de Psicología del Emprendimiento.
¿El objetivo? Acercar la ciencia y humanizar el emprendimiento.
Como el emprendimiento es un proceso de aprendizaje en medio del caos 🌪️, hablamos de temas muy curiosos y variopintos alrededor del bienestar -como parte del éxito sostenible- y de esos aprendizajes, ¡eso sí!, abrazando la diversidad de perfiles emprendedores.
Pretende ser 🍃 un soplo de aire fresco, cuando no hace frío.
¿Te unes?
Mi amigo emprendedor estalló y estuvo inmerso en el océano del burnout.
Él, que a ojos ajenos es un emprendedor de éxito 🫰🏽, necesita aprender a llorar. Cuanto menos, curioso.
Afortunadamente, ya se siente muucho mejor. Durante estas pascuas tuvimos conversaciones super bonitas y sinceras sobre el tema y hoy te comparto algunas de nuestras reflexiones:
¿Qué le está ayudando a salir del burnout?, y puede que te ayude a ti también. El primer paso es:
Comprender que necesita(s) ayuda. Quizás no siempre, ni para todo. Pero ni el emprendimiento ni la salud mental son asuntos puramente individuales: son cosa de muchos.
Esto puede parecer trivial.
Desafortunadamente, no es el mensaje más común dentro de la cultura emprendedora predominante en la industria del emprendimiento (basada en el modelo startup de Silicon Valley🦄), cuyas reglas del juego, actualmente, impregnan la mayoría de instituciones emprendedoras: noticias ensalzando ‘Emprendedor X ha levantado millones’, multitud de libros ‘rapid-growth o growth hacking’, series y películas Netflix sobre ‘unicornios’, pódcasts ‘desde la bancarrota a millonario’, cursos/concursos de incubadoras y aceleradoras con foco en pitchear frente inversores...
Al revés.
El mensaje más común y expandido (mayoritariamente implícito) es el ideal del emprendedor como AUTOSUFICIENTE.
Claro, si emprendes para ser tu propio jefe, si te encanta tomar las riendas de tu vida, si el emprendimiento no es para todos, si requiere continuos sacrificios personales (y sociales), si el emprendimiento es el nuevo camino para luchar contra los grandes retos sociales, económicos y medioambientales…
🦸🏼♂️
¿Cómo va a mostrar una pizca de vulnerabilidad el héroe en el que todos confiamos?
El que va a tener que soportar tales presiones, incertezas, dificultades y exposición pública para poder crear algo grande que combata ⚡️ los retos mundiales. 🥲
¡Qué va, qué va! Ni la 🧅 le saca una lágrima.
Sobre todo cuando, a ojos ajenos, “está” en pleno éxito, el típico: ‘lo tiene todo’…
En serio.
Algunos aguantan…, hasta romperse (% altísimos de ansiedad, depresión, burnout…). De hecho, las personas emprendedoras (dentro de esta cultura startupera poco-humana) están en mayor riesgo de suicidio.😢
Como hemos visto en psicoletters previas, aprendemos y desarrollamos habilidades psicosociales desde fuera hacia dentro. Es decir, (en el mejor de los casos, pasando por nuestro filtro) interiorizamos cultura, creencias y roles sociales, conductas, lo qué está bien o mal visto, qué se espera de nosotrxs… Todo eso y más, a través de las interacciones socioculturales (lo que en la Psicoletter llamamos pícnics vygostkianos: ediciones #4 y #5).
Como puedes intuir, el ideal de persona emprendedora como héroe AUTOSUFICIENTE, no deja espacio para lágrimas, sufrimientos, vulnerabilidades ni cuestiones de salud física ni mental (Torrès & Thurik, 2019).
Encontrarás a algunas personas (puede que seas una de ellas) que no han desarrollado la ‘capacidad de llorar’. Han aprendido a inhibir esa respuesta natural de nuestro cuerpo para expresar emociones. No se permiten llorar ni de felicidad, ni por nostalgia, ni gratitud…, mucho menos de miedo, impotencia, saturación o distrés (=el estrés malo). Algunos incluso, ni estando solos.
Pues sí. Llorar es una respuesta natural innata (no aprendida). Pero el dónde, el cuándo y su frecuencia, sí se aprende. (Seguro que te suena el típico ‘llorar es de niñas’, ‘llorar es de flojos’… 😅 Por ahí van los tiros.)
No te extrañará leer que, en la sociedad (occidental), llorar está visto como ‘falta de autocontrol o fortaleza’. Para unos (por ej. hombres, personas emprendedoras…), más que para otros (por ej. mujeres, niñas, bebés…). Pero, nada más lejos de la realidad, llorar tiene múltiples beneficios para nuestra salud física y mental (y no, no estoy hablando del gustazo que nos da llorar de risa, que también 😂😍):
reduce los niveles de cortisol, reduciendo el estrés,
estimula la producción de endorfinas que son analgésicos naturales,
alivia, libera emocionalmente y ayuda a mejorar el estado de ánimo (porque si no dejas pasar—sentir y experimentar—emociones como la tristeza, el embudo se atasca y tampoco dejar pasar y sentir otras emociones como la alegría (Ben-Shahar, 2007).
llorar promueve la introspección, la resiliencia, el autoconocimiento y el desarrollo personal,
fortalece la conexión con los demás, nuestros lazos, la empatía y apoyo social.
y mucho más (propiedades antibacterianas y antivirales de las lágrimas…).
Llorar es solo un ejemplo para que entendamos la dinámica. Un ejemplo de las diferentes conductas de expresión emocional sanas, que nos ayudan a pedir y recibir el apoyo social/institucional/profesional necesario para no quebrarnos💔.
Es un ejemplo de conducta emocional que funciona. Porque la vulnerabilidad inherente a soltar las lágrimas, activa el modo ‘comprensión y ayuda’ de nuestro entorno social, que nos escucha, nos sostienen y nos ayudan, liberándonos de (sobre)peso. Puede que simplemente sea un abrazo, una pausa, un aplazamiento de fecha de entrega, un ‘estoy aquí’.
Sentirse y mostrarse vulnerable (en espacios seguros: familia, amistades, profesionales) es necesariamente humano. Si no, te rompes.
En este sentido, hay quienes decimos que hay que ser valiente para llorar/mostrar vulnerabilidad💪🏽. Madurar es cuidarte. Pues vas en contra de ideales culturales que, de una forma u otra, puede que te perjudiquen.
Bueno, pensémoslo bien. ¿Realmente te perjudica si te está apartando inversores, colaboradores, clientes, amistades o familiares…, que no sostienen tu salud, tu humanidad?
Sí, puede que te perjudique a corto plazo (dentro del rapid-growth, del ahora o nunca, del sacrificio continuo heróico-enfermizo).
Pero a menos que cambies el foco al largo plazo, la cosa cambia. Quizá no te conviertas en el próximo unicornio🤷🏽♀️, pero tu carrera emprendedora será más sana y sostenible.
Como estamos viendo en la Psicoletter, hay muchos tipos de emprendimientos compatibles con este emprendimiento humano (no heróico), como el emprendimiento social y los emprendimientos lifestyle (ediciones #22 y #23).
También vimos que el emprendimiento es una carrera profesional que brinda mayor autonomía (una necesidad psicológica básica humana y un componente esencial del bienestar mental eudaimónico, Ryan & Deci, 2000). Ser tu propia jefa mola, está genial tomar las riendas de tu vida. Pero no quieras predecir todo. No cargues con toda la responsabilidad, con todo el peso. No es o todo o nada. Puedes tener altos niveles de autonomía y pedir ayuda, contar con los demás. Es compatible y necesario.
La sed de predicción, perfección, y por ende, de alta autoexigencia, le va genial a nuestra ansiedad…
Autonomía no es lo mismo que autosuficiencia, apunte que rescato del libro ‘Emprender con calma’ de Patricia Araque, que nos viene al dedillo.
Claro, y aquí también caben los sacrificios puntuales, momentáneos. Pero no, los eternos que te quiebran y te arrastran al burnout. Si tu negocio es parte de tu proyecto de vida, las responsabilidades y las alegrías deben ser compartidas.
Ahhh! Y ensalzando el largo plazo, ¿sabes qué?
Los resultados científicos también apuntan a esto: la resiliencia y la permanencia en el tiempo de las empresas son objetivos emprendedores mucho más valiosos que el crecimiento rápido a toda costa, ya que predicen más creación de empleo y mayor desarrollo económico (Sarasvathy, 2021).
Y estarás de acuerdo conmigo que, cuando ponemos el foco en el largo plazo, el negocio también tiene que ser sostenible para la persona emprendedora: quien lo inicia, lo nutre y lo dirige.
Para que tu carrera profesional sea sostenible,
las expertas de Vos et al. (2020) nos dicen que los 3 ingredientes esenciales son:
La salud (física, social y mental) y
El bienestar fruto del éxito autopercibido (no el impuesto!).
El rendimiento, sentirse competente.
(Apunte: nada de crecer a toda costa, porque eso arrasa con tu salud y la de los demás🌱).
Otros elementos clave para la sostenibilidad laboral también son:
El buen ajuste persona-entorno laboral (como vimos en la edición #12),
La adaptabilidad de tu salud mental sostenible (edición #14) teniendo en cuenta esa montaña rusa emocional del emprendimiento (y de la vida), y
Los apoyos sociales e institucionales (repetimos: no toda la responsabilidad es tuya: ni el emprendimiento ni la salud mental son asuntos puramente individuales: son cosa de muchos).
Comprender e interiorizar este modo de emprender humanizado, naturaliza y normaliza que muestres vulnerabilidades y que pidas/recibas apoyo externo. Sin emprendedor/a, no hay emprendimiento.
Cuando el otro día mi amigo emprendedor me decía que está aprendiendo a llorar, me alegré. 😊 Algo está cambiando en el mundo del emprendimiento.
A priori, puede que esta afirmación te parezca extraña, pero espero que tras la reflexión psicolettera de hoy, ya no te lo parezca tanto. Y que te animes a dejarte cuidar y a pedir ayuda, si lo necesitas.
Si no pides ayuda, ¿quién te va a ayudar?
Eso sí, al pedir ayuda puede que al principio encuentres ciertas resistencias de las personas de tu alrededor. Porque pasar de ‘héroe autosuficiente’ a ‘autónomo que convive y coopera’, también mueve tu sistema social (ya sea el familiar o laboral).
Me explico: habrá quienes están acostumbrados al ‘no hace falta ayudar’ e incluso a delegarte las cosas. Y, claro, que ahora tengan que tomar parte de la responsabilidad y esforzarse, mmmm no es plato de buen gusto para todos (a priori).
¡Atrévete!, ese meneo solo será temporal, luego volveréis a encontrar un equilibrio más saludable y sostenible para todxs. (También podéis contar con ayuda profesional🤝que para eso estamos los psicólogos sistémicos).
👨👨👦Me recuerda a cuando una madre/padre deja que su hijo se equivoque y aprenda las tareas del hogar, para mejorar la convivencia en casa y la autonomía del hijo. Confía.
Lo dicho, quien no respete tu humanidad, tu salud y tu bienestar, es su problema. No el tuyo. ¡Gracias por todo lo que has hecho por ellos! Pero ahora, ya toca compartir responsabilidades. Ya verás como a largo plazo, es mejor.
También cuesta para el ‘héroe autosuficiente’, que está acostumbrado a ‘controlar y planificar todo’ o al perfeccionismo ansioso.
Confiar y dejar que algunas de esas cosas las hagan otros, toma un proceso de aceptar que se van a equivocar, que no estará como tú lo ideaste. Confianza y paciencia. Es mejor cocrear (ya lo decía Sarasvathy con su emprendimiento efectual #20), también para la sostenibilidad de tu carrera.
A mi amigo le está ayudando aprender a llorar como parte del proceso de aprender a conocerse, de explorarse y aceptarse como humano. No es fácil, y menos después de más de 30 años reprimiéndolo (con todo lo que supone física y cognitivamente). Ahora está más calmado, soltar unas lágrimas no solo le desestresa en momentos puntuales, también le había permitido conectar a otro nivel con otras personas (su pareja, sus padres, conmigo y otras amistades), incluso le permite sentir el placer de llorar de felicidad.🥹
Me contaba que lo está consiguiendo gracias a abrirse al yoga (él antes ni se lo imaginaria🤯), abrirse a descubrir su espiritualidad a su manera y el seguimiento de programas de mindfulness para reducción de estrés con base científica (como el de Kabat-Zinn).
Aprende a escuchar su cuerpo, sus valores, la conexión, valorar el capital social, identificar emociones y expresarlas de forma sana y respetuosa, en vez de reprimirlas (todas, desde el miedo hasta la alegría).
Dejarse cuidar. Dejar de ser autosuficiente. Mejor: ¡autónomo que convive y coopera!
Finalizando…
+RECURSOS PARA SEGUIR CONSTRUYENDO TU CARRERA EMPRENDEDORA SOSTENIBLE:
Voy a empezar una nueva sección en la Psicoletter donde te voy a ir recomendando recursos que voy encontrando dentro de la industria de emprendimiento humanizada (la que promueve una cultura emprendedora saludable y sostenible).
Los 3 recursos de hoy para que sigas quitándote la máscara de🦸🏼♂️ son:
El libro de ‘Emprender con calma’ de Patricia Araque. Sinceramente, parece hermano de la psicoletter, complementa con otra óptica más económica y experiencial, con estrategias y ejemplos reales de emprendimientos humanizados que funcionan y retan el modelo hegemónico de Silicon Valley.
Me ha encantado descubrir que fue literalmente “en un pícnic en Dolores Park en San Francisco” (p. 76) lo que le hizo cambiar la mirada del emprendimiento y decidir aportar su granito para humanizado. ¿No os parece un pícnic psicolettero total (ediciones #4 y #5)? ¡Ni hecho adrede! ☺️
Este miércoles pasado me he reunido en el encuentro de lectoras junto con Patricia. Me ha fascinado este pícnic😜, ¡lo recomiendo, yo repetiré!, y ya os adelanto que volverá este libro-hermano por la psicoletter.
En SinOficina, el coworking online de emprendedores (humanizados), que ya ha salido varias veces en la psicoletter, tenemos un canal llamado, nada más ni nada menos que: La Llorería. ¿A que es una iniciativa bestial? Pues no sabes lo bien que nos va.🫂
‘Aitana: metamorfosis’ una serie documental en Netflix donde puedes reflexionar sobre lo que hablábamos antes de: ¿cómo mostrarte vulnerable, si a ojos ajenos estás en pleno éxito y lo tienes todo? Ella también, emprendedora vulnerable.
Me encantaría que compartieras conmigo los recursos que tú conoces y así en próximas ediciones pueden lleguen a todos y todas las psicoletteras.
¡Nos leemos! 😌
Graciaas,
PD 1: Me han ampliado las fechas del cierre de la tesis (por temas burocráticos), la defensa será en septiembre 2025 (ya os avisaré en tener fecha exacta por si alguien quiere/se puede venir: es un acto público☺️). Te lo cuento porque a partir de ahora retomaré el ritmo de la psicoletter🙌🏽. Se vienen cosiiiitas🤭
PD 2: Si te perdiste las ediciones pasadas de la Psicoletter, encuéntrarlas AQUÍ.
PD 3: ¿Te ha gustado? ¿Me compartes?🤗
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Es fuerte cómo se idealiza la autosuficiencia, cuando en realidad el peso de emprender no se debería llevar en solitario. Abrirse, llorar, pedir ayuda… no son fallos del sistema, son parte de lo que lo hace más habitable.
¡Qué súper necesario humanizar el empredimiento! Gracias Sara😘